Las ganas de vacunarse provocaron este pasado martes en Santiago unas aglomeraciones en las que la policía tuvo que intervenir. Por megafonía los agentes pedían que solo se pusieran en la cola los que estaban citados en la siguiente hora, en la Cidade da Cultura de la capital compostela. Muchos habían acudido a la convocatoria del Sergas hasta con tres horas de antelación. "Tengo miedo; estoy decidida a marcharme para casa", comentaba una de las asistentes que esperaba por su dosis.