Se despiden de quienes no viven con ellos en once municipios gallegos, entre ellos la capital, Santiago. A partir de este jueves la hostelería sólo podrá servir en terraza y al 50% del aforo y alrededor de la mesa sólo podrá haber cinco convivientes. Ocho de esas localidades además estarán confinadas perimetralmente, como ya lo estaba Ourense, y hay algunas en la que quedan prohibida toda actividad no esencial. El resto del territorio gallego tampoco se libra de las restricciones; las reuniones serán de máximo cinco personas, pero esta vez no hará falta que sean convivientes.