Lleva 70 años disfrutando de estas vistas frente al Palacio Real. Una auténtica joya inmobiliaria que puede acabar obligándole a dejar su casa. El edificio donde vive Inocencia, que el jueves cumplió 104 años, era de una mujer que murió sin descendencia y que pasó a manos del Estado. Ahora y tras años de litigio un juez obliga a todos los vecinos a abandonarlo para ejecutar unas obras. Pero tanto ella como su hija creen que si dejan su casa no les permitirán volver, cancelarán sus contratos de renta antigua y se aprovechará para vender el inmueble.
