Viento, lluvia y granizo como pocas veces se recuerdan en Ourense. Un temporal de unos minutos anegó la ciudad dejando estampas para el recuerdo: el Puente Romano convertido en piscina, árboles en medio de la carretera, mesas de los locales hosteleros por los aires e, incluso, balcones destrozados. Han sido innumerables las personas que han compartido en redes sociales las consecuencias de una lluvia y un viento que quedarán para la historia.