A cuatro metros por hora. A paso lento, pero avanzando. La lava del volcán de La Palma en España sigue en su camino hacia la costa, pero parece que no llegará al mar. A medida que avanza, es más viscosa, porque se enfría, pero los expertos advierten que no hay que confiarse. La capa superficial parece seca, pero dentro queda lava caliente que podría tardar semanas en solidificarse.