Hoy, en su primera comparecencia en el Congreso, el nuevo ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha explicado la misión de España en Afganistán. Y ha insistido en el doble cribado de seguridad que se hace a los refugiados por parte de Interior y del CNI. Un cuidadoso proceso de selección de personas que llegaban al aeropuerto de Kabul tras haber recibido instrucciones, sobre todo por una conocida aplicación de mensajería instantánea. Allí, en medio del caos, los GEO y los militares españoles los identificaban y dentro, el personal de la embajada verificaba las identidades llamando a Madrid y con entrevistas en los casos dudosos. El último filtro de seguridad se realizaba ya en Dubai. España ha evacuado a 2.206 personas en 17 vuelos. Dice el ministro Albares que sin la presencia de las tropas estadounidenses el operativo es ya inviable pero que la máxima es no dejar a nadie atrás, por lo que habrá contactos operativos con los Talibanes a quienes nuestro país no reconocerá políticamente.