El consejero de Interior, Miquel Buch, convocaba a la cúpula policial catalana. No era una reunión más y a la vista está el resultado: 15 actuaciones de los Mossos que serán investigadas. No lo desvela él, sino la portavoz del Gobierno catalán, Meritxell Budó, que ha asegurado que Buch cuenta con el respaldo del Govern. Todo, el mismo día en el que la Mesa del Parlament, controlada por el independentismo, admite una moción de la CUP para cesarle. El foco puesto en una supuesta violencia policial al mismo tiempo que desde sectores del independentismo ven una oportunidad en los disturbios para obtener mayor visibilidad internacional. Una violencia que se investiga en la Audiencia Nacional. Se investiga a sus responsables directos y sus posibles vínculos políticos.