Josu Ternera iba salir de prisión solo 34 días después de haber ingresado. Estaba todo listo y sus hijos le esperaban en la puerta. Pero justo antes de que eso se produjera, José Antonio Urrutikoetxea era trasladado hacia la Dirección General de Seguridad Interior. Acababa de ser detenido de nuevo a la espera de que sea procesada la orden de extradición tramitada por España. Se frena así, al menos de momento, su puesta en libertad.