La organización "in extremis" de la Semana Santa no empañó las celebraciones. Cangas volvió a brillar gracias a las velas que portaban cientos de vecinos que salieron a acompañar a los santos durante todo este fin de semana.

Una de las citas más especiales es, sin duda, la Procesión del Silencio con el Cristo de la Pila o Santo Cristo del Buen Jesús -conocido como el Cristo que no quiso arder- portado en posición horizontal por los voluntarios de Protección Civil.