Ayuda a combatir la inflamación, alivia el dolor, mejora la digestión y trata la tos y el dolor de garganta. Lo que tendrás que hacer será coger unas cuantas hojas de laurel, cortarlas hervirlas en una olla con un poco de agua. Deja reposar la infusión durante unos minutos, para que se enfríe. Aplicala sobre la piel utilizando un algodón o un paño suave.