Nace esta iniciativa que hace que si un marinero enferma tenga un equipamiento de alta tecnología en el barco que permita que un doctor remoto realice, con ayuda del capitán o un oficial, cualquier prueba que obtenga un diagnóstico certero con un tratamiento que reduzca en todo lo posible el riesgo vital. Y tomar la decisión, cuando sea necesario, de evacuar al paciente.