Cientos de armenios aguardaban turno para repostar y huir de Nagorno Karabaj cuando todo saltó por los aires. Aún desconocemos si estamos ante un accidente o un atentado, pero esta explosión solo suma dolor y sufrimiento a los casi 20.000 refugiados que estos días abandonan con lo puesto Nagorno Karabaj tras meses de asedio. Un enclave habitado por armenios durante milenios, pero situado dentro de Azerbaiyán desde que así lo decidió Stalin en los años 20. Desde entonces, varias guerras y un acuerdo de "cese de hostilidades" alcanzado el pasado fin de semana, pero que ningún cristiano armenio llega a creerse del todo. Por eso huyen y denuncian que Azerbaiyán, un país de mayoría musulmana, ha puesto en marcha una limpieza étnica sobre este territorio. "No tenemos a donde ir" se lamenta esta mujer, víctima de un conflicto enquistado durante décadas pero que ha explotado ahora, con Rusia, tradicional mediador en la región, enredado en la guerra de Ucrania. Azerbaiyán, rica en gas e hidrocarburos, ha aprovechado el momento para lanzarse sobre Nagorno Karabaj.