Estalla la tensión en Chile en la sesión inaugural de la Convención Constituyente. Poco antes de la elección de la mesa, "vamos a suspender la sesión por breves minutos" anunciaba Carmen Gloria Valladares, relatora del Tribunal Calificador de Elecciones. Fueron casi dos horas debido a los enfrentamientos que se estaban produciendo en las calles de Santiago, la capital chilena, entre manifestantes de izquierda y las fuerzas del orden. Con gritos en el interior del recinto pidiendo la libertad de los presos políticos, finalmente se reanudaba la sesión con la elección como presidenta de Elisa Loncón, mapuche, representante de los pueblos originarios. Así se refería a la nueva Carta Magna que deben elaborar: "Es un sueño de nuestros antepasados. Este sueño se hace realidad". Una jornada histórica que se ha visto empañada por los disturbios en las calles que la policía ha dispersado con cañones de agua y botes de humo. A pesar de las refriegas, la Convención Constituyente surgida de las pasadas elecciones de los días 15 y 16 de mayo, ha echado a andar. Paritaria y con representación de los pueblos indígeneas chilenos, redactará la nueva Constitución, antes de un año, que deberá ser refrendada en un plebiscito y derogará la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.