Donald Trump parece instalado en la semana de la amistad. Tras darse una tregua en su guerra comercial con China, ha viajado a la zona desmilitarizada en la frontera entre las dos Coreas para entrevistarse de nuevo con Kim Jon Un. "Me alegro de verte de nuevo", le ha dicho el mandatario norcoreano, aquel a quien calificó como cachorro enfermo o pequeño hombre cohete, para decir después que ambos se habían enamorado. El idilio ha dado un paso más, cuando Trump ha hecho historia cruzando la frontera. Es el primer presidente de Estados Unidos que pisa territorio de Corea del Norte, un gesto, según Kim Jon Un, valiente. Puede haber un cuarto encuentro si Kim Jon Un acepta la invitación de Trump para visitar Washington.