Esta vivienda ubicada en el 63 de la calle Pardavila de Vigo estuvo okupada desde marzo de 2022. Primero por una familia, a continuación por otra y desde al menos enero de 2024 por otra mujer -familiar de otras que habían estado con anterioridad- y sus hijos menores. «Pero había movimiento de más gente, con vehículos de alta gama a las puertas de la casa y un trajín nocturno continuo», cuentan los vecinos. Hubo dos pleitos penales que derivaron en sentencias condenatorias firmes contra los anteriores okupantes, pero de nada valieron. En este caso se cumplió lo de que a la tercera va la vencida, porque fue el tercer litigio, en este caso interpuesto en la vía civil, el que derivó en el desahucio de ayer. El Juzgado de Primera Instancia número 8 ordenó el desalojo tras recibir el informe del Concello que descartaba una situación de riesgo de exclusión social de la okupante que, a la fecha en la que se elaboró dicho documento, tenía unos ingresos mensuales de 1.721 euros de Ingreso Mínimo Vital (IMV).
