El vallado de las instalaciones de la antigua estación de autobuses de Vigo llevó a Os Ninguéns a celebrar ayer una concentración para exigir el realojo de las personas sin hogar que viven allí.

La Xunta de Galicia confirmó que procederá al vallado de las instalaciones «a la mayor brevedad posible». El gobierno gallego ya anunció hace semanas su intención de cerrar el recinto, y ahora por fin podrá hacerlo, después de que el Ayuntamiento de Vigo haya concedido la alineación de la parcela, «requisito previo a poder tomar cualquier medida al respecto». Fuentes autonómicas han informado de que, además de entregar ya el plano topográfico del inmueble, se han pedido ofertas a empresas para llevar a cabo ese cierre lo antes posible, «para garantizar la seguridad vial para la ciudadanía y prevenir la ocupación del inmueble». La antigua terminal cerró sus puertas a finales de 2022, cuando se puso en marcha la nueva estación de buses en el complejo de Vialia, en Urzáiz. Meses después comenzaron a instalarse varias personas sin hogar en la zona exterior, bajo la cubierta de la estación.

Por ese asentamiento han pasado diversas personas, algunas de ellas extranjeras, y actualmente alrededor de una docena de hombres y mujeres sin hogar pernoctan en construcciones precarias, con colchones rodeados de cartón, plástico y palés de madera.