La Asociación Protectora de Animales y Plantas de Vigo sufre el momento más crítico de su historia, que suma más de 70 años. Su presidente, Andrés León, vuelve a alertar de que ni el Concello ni la empresa Servicios Gallegos de Lacería (Servigal), gestora del refugio de A Madroa desde el pasado 1 de septiembre —cogió ese día el relevo a la asociación—, han mostrado interés por iniciar algún tipo de colaboración que les permita continuar su actividad tras salir de las instalaciones municipales. «Si esto sigue así, puede que nos lleve a la desaparición. Este es nuestro último intento. Sería tristísimo que se disuelva después de décadas dedicadas a los animales», explica el representante de la entidad.
León expone que el Ayuntamiento les prometió que la colaboración continuaría en favor del bienestar de los animales, su objetivo principal. Un ejemplo: con los paseos de los perros por el entorno de A Madroa, la oportunidad que tenían los peludos todos los domingos de oler hierba y estar en contacto con la naturaleza. Se dejaron de hacer desde la salida de la asociación; participaban de media entre 35 y 40 voluntarios en cada sesión. El resultado: desde «finales de octubre a finales de febrero», periodo en el que se interrumpe el programa del Concello Camiño a camiño, que les permite salir del recinto, «los animales no pasean». Otra consecuencia: las posibilidades de adopción se reducen.