Villancicos, éxitos de su carrera pero también un recorrido por su último disco, «Celtic sea», sirvieron a Carlos Núñez y su grupo para poner en pie al Teatro Afundación en Vigo por segunda noche consecutiva.
El músico vigués volvió a quedarse con el corazón del público en el último concierto de Navidad que ha dado este año en su ciudad natal y donde vive.
La velada estuvo cargada de simbolismo, melodías tradicionales gallegas y de otros horizontes celtas para celebrar la unión que se logra con la música más allá de los territorios políticos.