Con sus coloridos y vistosos trajes y estrenando “chapeus” mucho más fieles a los que portaban los bailarines hace un siglo, ocho “galáns” y cuatro damas liderados por un guía volvieron a representar ayer la “Farsa de Damas e Galáns” ante la iglesia de Santa Cristina de Lavadores, una danza que los vecinos y vecinas de la parroquia viguesa han tenido la oportunidad de contemplar por segundo año consecutivo gracias al importante trabajo de recuperación de la memoria histórica que la Irmandade de Festas de Santa Cristina está llevando a cabo en la zona.

Con la iglesia abarrotada y pese a que el calor apretaba, decenas de personas se desplazaron ayer hasta el templo de la parroquia para no perderse, un año más, la representación de la danza gremial cuyos orígenes se remontan al siglo XVII y que se perdió hace 100 años, cuando el último vecino que había asumido el papel de “mordomo”, O Perello, dejó de organizarla.