Quieren “dormir tranquilos”, sin temor a que se les caiga el techo, y vivir sin miedo a que el agua de la lluvia les entre en sus casas. Es la petición desesperada que lanzan los vecinos de la calle Privada Moderna por enésima ocasión ante la inacción de la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria), propietaria de sus viviendas, en las que residen en régimen de alquiler con rentas antiguas, algunas, de tan solo 12 euros al mes. El también conocido como “banco malo”, participado mayoritariamente por el Estado, desoye una sentencia judicial y los expedientes del Concello de Vigo avalados por la Valedora do Pobo, por lo que instan al Ayuntamiento a que ejecute de forma subsidiaria la totalidad de las obras urgentes para “garantizar la seguridad tanto de las edificaciones como de los 12 inquilinos”, que tienen entre 56 y 88 años.
