"Esto es Vida Digna, a 9 de diciembre de 2020". Así concluye Ricardo Misa, el presidente de la asociación de ayuda a los necesitados, el vídeo que grabó esta mañana donde se ve una enorme fila de personas esperando delante de la sede, en la calle Brasil, para recoger alimentos y ropa.

A las puertas de unas fechas tan cargadas de simbología como la Navidad, esta cola del hambre en Vigo conmociona. Cuando la mayoría de la población piensa estos días cuándo y cómo se reunirá con la familia y los amigos, en el menú de copiosas comidas y cenas, hay gente, demasiada, que no tiene con quién estar, qué comer, y hasta ni dónde dormir. Algunos tienen muy presente la situación de desamparo, de penuria que sufren personas como las de esta cola del hambre en Vigo. Lo demuestran con sus donaciones a colectivos como Vida Digna o empujando mareas de solidaridad como la desatada con el valenciano que acabó vendiendo sus enseres para sobrevivir.

La asociación viguesa trató de evitar esta hilera de necesitados anónimos delante de su local. Por eso dividió en tres días a la semana el reparto de alimentos. Pero a la vista del resultado, de poco sirvió. "Es imposible", admite Misa. En la grabación explica el porqué: "Es debido al aumento exponencial de usuarios que estamos sufriendo y digo bien, sufriendo, porque todas estas familias están pasando un tiempo de sufrimiento, de problemática por las diversas cuestiones económicas que están afectando a nuestra población”. La entrada al local de Vida Digna permaneció así de colapsada durante toda la mañana.