Ante un día como este, y tras previo forcejo, no cabe otra que correr en busca de refugio. Con las olas saltando y la lluvia aliándose con el viento en San Sebastián pero también en Bilbao. Los coletazos de Ciarán se sienten en toda la cornisa desde un mar todavía en alerta roja. Hay momento de tregua, con arco iris en Cantabria y en Galicia. La flota continúa amarrada. En A Coruña la pleamar llevaba oleaje hasta el paseo. Retrocedía después el Atlántico pero continuaba el ambiente más que desapacible en un panorama que trae gente de lejos. "Vengo de la otra punta para verlo", nos cuenta un hombre llegado de Barcelona. Tendrá con qué entretenerse porque Ciarán se solapará con otra borrasca, Domingos, anunciando un fin de semana de otoño duro.
