Las mariscadoras arousanas, que sembraron 80 mil euros en semillas de este bivalvo, pierden una vez más su cosecha tras el paso del reciente temporal por la costa gallega. Pero la borrasca Álex no sólo removió los fondos marinos, dejando desprotegido el pequeño marisco que no sobrevivió a sus embestidas, sino que además cubrió de verde la playa Compostela que este colectivo, con sus manos, herramientas y tractores, se afanó limpiar.
