“Me sigo considerando olímpico, es como un médico: cuando se jubila sigue siendo médico”. A cuatro meses de cumplir noventa años, Carlos Pérez, el corredor vigués tragamillas, como le calificaron en algún reportaje de prensa, continua al frente de la Asociación de Olímpicos Gallegos. Llega a la cafetería donde mantenemos la entrevista apoyado en su bastón y con una cartera de la que comienza a sacar fotografías, historiales deportivos y artículos de prensa. “Aquí estoy con Samaranch, estuve seis veces con él en su despacho del comité olímpico internacional en Lausana”, “en esta foto salgo con el rey emérito y el jugador de baloncesto Moncho Monsalve en los Juegos del Mediterráneo en Túnez en 1966; aquí estoy otra vez con Juan Carlos comiendo en los Juegos Olímpicos de Munich en 1972 (él siempre me llamaba Carlitos), en éstas fue cuando nos vimos en una celebración del día del Carmen en la Escuela Naval Militar de Marín, aquí con la reina Sofía, aquí con el rey Felipe, en este papel está la firma que me dedicó Emil Zátopek, el atleta checo al que llamaban la locomotora humana, coincidí con él en Lasarte y nos hicimos amigos, y de su mujer también, era campeona olímpica de jabalina y me hizo un dibujo e el que sale ella con la jabalina persiguiendo a su marido,…”.