Las cestas navideñas son cada vez más saladas. No faltan los turrones, mantecados o polvorones, pero la diferencia la marcan productos como el aceite, que con la subida de precios es cada vez más exclusivo. Aunque su precio ha subido en torno a un 30%, las empresas no renuncian a incluirlo para sus empleados. La inflación está haciendo de las suyas también en el contenido de las cestas navideñas. Se ajustan cantidades y calidades para poder seguir ofreciendo este detalle a los empleados. Esa adaptación de los productos ha permitido mantener precios similares a los del año pasado, una media de 50 euros por cesta, según los distribuidores.