Se buscan mecánicos, pintores, chapistas... Hay casi 20.000 vacantes en un sector que se atasca. La poca motivación laboral y salarial son el principal problema, pero Samuel quiere intentarlo y se ha apuntado a un curso. Sabe que no hay muchas personas especializadas y menos en los coches eléctricos o híbridos. En estos talleres se preparan a los mecánicos del futuro, aunque de momento son muy escasos. Se enfrentan a una rama de la mecánica que necesita de una formación progresiva y de mucha técnica, informática, electromecánica y electrohidráulica. Los profesionales saben que es un empleo vocacional, como el caso de Mauricio. De padre mecánico, quiere especializarse para seguir con el negocio familiar. Un relevo generacional que necesita de trabajadores para arrancar.
