Nada más nacer, a Pedrito se lo tuvieron que llevar a la UCI, en la que se pasó sus primeros cuatro meses de vida. "Le hicieron todo tipo de pruebas y vieron que iba saliendo cositas tanto a nivel neuronal, de corazón, motriz, la comida en lugar de irle al estómago se le iba a los pulmones... Si sigo, no termino", explica su padre, Juan Pablo Amantini. A él y a Guillermina Marquina, su mujer, les dijeron que el niño tenía Coffin-Siris, una enfermedad rara que padecen menos de 60 personas en todas España. Juan Pablo, defensa argentino que a sus 37 años ha sido un trotamundos del futbol 'amateur' catalán, quiso montar un partido solidario para recaudar fondos para conseguir un perro terapeuta para Pedrito. Lo que no imaginaba es la dimensión que cogería la iniciativa en apoyo de este luchador de cuatro años.
