Ricardo Ramilo está teniendo más problemas de los previstos en estos definitivos compases del Rally. En la última etapa, el 'team' olívico pinchó ruedas, además de sufrir de nuevo fallos mecánicos en su vehículo, que también, y para mayor infortunio, se quedó sin batería. Así lo cuenta el propio piloto al calor de una hoguera, mientras esperaba ser auxiliado por la organización del Dakar, a 130 kilómetros de terminar la etapa. Ramilo admite la derrota, aunque espera arreglar su bugui a tiempo de completar los dos últimos tramosde la competición en la categoría que él mismo define de "consolación", ya que en la próxima etapa su coche no estará listo para estar en la línea de salida.