Rodeado de escolta oficial o de aficionados. Así ha hecho el recorrido la comitiva fúnebre de Diego Armando Maradona. Los restos del astro argentino abandonaron la Casa Rosada con decenas de personas encaramadas a las vallas.

 El destino era el cementerio de Bella Vista, a 35 kilómetros de Buenos Aires. El trayecto por la autopista ha contado un muro de motos de la policía encargadas que evitaban nuevos incidentes.

 A su llegada al cementerio, una nueva marea humana esperaba al convoy. Todos querían despedirse de la mano de dios.