Lo perdió todo en mayo como consecuencia de una multa de 15.000 euros y ayer afrontó ayer su último desahucio. La histórica empresaria baionesa María Fernanda Grande Santos tuvo que abandonar la casa que esperaba conservar y en la que se refugió los últimos siete meses en el barrio de O Burgo, una edificación con cuatro viviendas y una gran parcela en la que criaba gallinas y pollos, además de algunas cabezas de ganado vacuno y porcino. Un total de cien aves de corral fueron retiradas ayer de forma apresurada bajo la lluvia por parte de la afectada y su marido al presentarse en la finca la comisión judicial acompañada de una patrulla de la Guardia Civil para instarlos a abandonar el lugar.