El colectivo artístico RAKA denuncia con esta escultura que la marisma “se está convirtiendo en una cloaca”. RAKA ha señalado que uno de los focos de contaminación que afecta al estuario ya fue reconocido por la UE y se sitúa en la estación depuradora de Gondomar, cuya capacidad no puede tratar todo el caudal de aguas fecales y pluviales que recibe, lo que provoca desbordamientos que acaban en el estuario y en el mar.