Se trata de uno de los tres toneles de fibra de vidrio que colocó el concello de Nigrán en los años setenta del siglo XX, con capacidad para 10 mil litros de agua, que servían para regar el césped del paseo marítimo, construido por aquel entonces. Ahora la preguntas es, ¿dónde están los otros?. Según el alcalde de Nigrán, Juan González, "los otros dos continuarán en su “escondite” hasta que otra casualidad dé con ellos".
