Claudio Giráldez ha tomado el mando del Celta para afrontar la temporada más ilusionante de los últimos tiempos. Tras un par de días de exámenes médicos, que concluyen esta tarde, el conjunto celeste ha tenido ayer su primera toma de contacto con el césped de la ciudad deportiva para iniciar la fase preparatoria de un nuevo proyecto, con el que el técnico céltico confía recoger los frutos cosechados el pasado curso. «Afrontamos la temporada con una ilusión tremenda. Todo lo que hicimos el año pasado tiene que dar frutos este año», ha declarado el preparador celeste, que por el momento no se marca objetivos concretos: «Estamos en una temporada ilusionante, con tres competiciones, pero con los pies en la tierra, sabiendo lo difícil que es y pensando en construir una buena plantilla. Será más adelante cuando pongamos los objetivos y a lo que queremos aspirar este año».
