Llegó el Día D para el celtismo. Miles de aficionados (las estimaciones apuntan a más de 3.500) tomaron las calles de Getafe desde primera hora de la tarde en la última previa de la temporada. Llegados en coche, bus, tren y avión, la afición no ha dejado solo al equipo de Claudio Giráldez en su final particular para entrar en Europa.

Las calles Agustina de Aragón y Rosa Luxemburgo se convirtieron en un pequeño Balaídos donde sonaron Oliveira dos Cen años, la Rianxeira, el soño con voltar a Europa e incluso cánticos de la afición azulona, hoy "hermanada" con la celeste.