Le apasiona tanto el fútbol que reconoce que le cuesta desconectar de un deporte del que destaca lo colectivo sobre lo individual. Se siente líder de un Celta al que ha situado a las puertas de Europa en solo un año. Claudio Giráldez (O Porriño, 1988) confía en certificarlo en Getafe y seguir creciendo de la mano del equipo de su vida.