Con el pitido final del partido, cientos de aficionados del Celta saltaron al campo para acercarse al sector de Balaídos donde se ubicó a la afición del Deportivo. La Policía Nacional tuvo que entrar en el césped para dispersar a la gente.
Así fue la invasión de campo en Balaídos tras la victoria del Celta B contra el Deportivo de la Coruña
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