La inteligencia artificial se hace un hueco en el mercado sexual creando una revolución en la tecnología robótica diseñada para ofrecer placer a los humanos. El creciente mercado en robots sexuales ya fabrica androides "Loves dolls" con capacidad para ejecutar hasta 50 posturas sexuales. Totalmente customizables, de todos los colores y tamaños, cuidando el más mínimo detalle. En una empresa de Cataluña, un ingeniero en nanotecnología considera sus muñecas más cercanas a compañeras sentimentales que a juguetes sexuales. Samanta es un robot capaz de responder a estímulos físicos, una nueva versión de inteligencia artificial. Con un precio que ronda entre 5.000 y 15.000 dólares, los aficionados podrán disfrutar de Samanta.