Los hosteleros decidieron protestar en contra de las medidas impuestas contra su sector en relación con el coronavirus. Pero a algunos se les fue la mano en Vilagarcía, donde se enfrentaron a clientes, camareros y propietarios en negocios que por la mañana estaban abiertos. Lo peor de todo es que esos locales apoyaban el paro, pero si estaban operativos era porque desde su propia asociación (Ahituvi) les habían dicho que no era necesario cerrar hasta las cinco de la tarde.