Ser un usuario activo, cobrar un máximo de 100 dólares si mueres, ceder tu contenido, no dar información falsa... Son condiciones que, aunque la mayoría no lo sepa, están aceptando los usuarios de la última red social de moda, Clubhouse.

La red social de voz ha adquirido una gran popularidad en los últimos meses, con dos millones de descargas, recién llegada a España y de momento solo disponible para iOS. Con su formato ya ha llamado incluso la atención de otras redes sociales que lo han imitado como Twitter, con sus Spaces.

Entre el 90 y el 99 por ciento de los usuarios, según ProPrivacy.com, no lee los términos de uso ni las políticas de privacidad de las herramientas que usan, y con la llegada de nuevas redes sociales, como el caso de Clubhouse, se plantean a menudo polémicas y confusiones entre la comunidad.

La app de moda ya ha tenido que revisar y actualizar su política de privacidad y condiciones de servicio por las dudas que generaban la forma y el lugar en el que se almacenaban los datos y conversaciones de los usuarios, a las que podía acceder el gobierno de China.

Más allá de la ubicación de los servidores, desde la consultora de desarrollo digital española Syntonize recuerdan que es importante conocer las implicaciones legales que uno acepta cada vez que se descarga una app.

"Se suele poner el foco en la protección de datos, pero el mero hecho de tener que acudir a un tribunal en California o Miami porque has aceptado litigar ahí, ya puede suponer un gasto enorme para una persona o una empresa solo en alojamiento y traslado", advierte Juan Quintanilla, CEO de Syntonize.

Desde la consultora repasan algunas de las curiosidades legales que aceptan los usuarios que conversan en Clubhouse, propiedad de Alpha Exploration Co.

Seguir usando la app

La primera de ellas es que las personas aceptan nuevas condiciones de Clubhouse sin que se les notifiquen. Desde el pasado 2 de noviembre cuando se actualizaron las condiciones de servicio, los usuarios consienten la grabación temporal de sus audios como mínimo durante el tiempo que dure la conversación.

Esta actualización solo se comunica en la web y los usuarios la aceptan por el mero hecho de seguir usando el servicio, aunque no sean conscientes de los cambios. Lo mismo ocurre con un posible cambio de tarifas, que la app puede comunicar en la web o al email del usuario con 15 de días de antelación. En caso de seguir usando la app se dará por consentida la nueva tarifa.

Solo mayores de edad

Clubhouse establece ciertas condiciones para permitir su uso. La primera es que solo puede ser usada por personas mayores de 18 años, por encima de la edad requerida por otras plataformas (en España es de 14 años en Facebook, Instagram y YouTube, por ejemplo).

La segunda es que las personas deben usar la red social de forma activa. Esta se reserva el derecho de paralizar o suspender el servicio sin necesidad de comunicárselo al abonado o cancelar las cuentas de aquellos usuarios que estén inactivas por un periodo prolongado de tiempo, sin especificar cuánto.

Clubhouse tampoco permite que las personas utilicen la plataforma para dar información falsa o hacer concursos. Los usuarios no pueden utilizar la app para enviar virus, spam, cadenas de mensajes, propuestas de negocio piramidal, encuestas, concursos o loterías, entre otras cosas.

Tampoco pueden usar lenguaje que sea dañino, amenazante, abusivo, acosador, delictivo, excesivamente violento, difamatorio, vulgar, obsceno, pornográfico, calumnioso, invasivo de la privacidad de otra persona o que evoque odio racial o étnico. Y, para evitar bulos y 'fake news', no se puede dar información falsa. Estas condiciones son comunes en las redes sociales actuales.

Secretos en Clubhouse

Clubhouse tiene también otras condiciones relativas a los secretos. La plataforma requiere un consentimiento escrito de todos los miembros de la conversación para grabar parte de esta y no se puede compartir información fuera de Clubhouse cuando el orador haya dicho explícitamente que esa conversación es 'off the record'.

En la Guía de Uso de la Comunidad, la aplicación señala que no se puede transcribir, grabar, reproducir o compartir la información obtenida en Clubhouse sin el correspondiente permiso.

Sin embargo, Clubhouse sí puede usar libremente tus contenidos. Al cargar cualquier contenido a Clubhouse el usuario otorga a la compañía y a las empresas afiliadas una licencia mundial, libre de derechos, transferible, sublicenciable, perpetua e irrevocable para hacer cualquier uso del contenido subido a la red sin necesidad de tener que pagar por ello y de forma perpetua para la promoción, publicidad o marketing del servicio en cualquier forma, medio o tecnología actual o que se desarrolle en el futuro.

A pesar de ello, la compañía pide a los usuarios velar por la protección de la propiedad intelectual.

Cien dólares por muerte

En otro de los apartados más curiosos de las políticas de Clubhouse, el usuario exonera a la compañía y a sus afiliados de los daños, gastos, acciones de cualquier tipo y lesiones, incluida la muerte, derivadas del uso del servicio o por la violación de las condiciones del servicio.

La plataforma advierte de que, en caso de indemnización, no pagará más de lo que el usuario haya abonado por los últimos seis meses de servicio o, como máximo, 100 dólares.

Los usuarios de Clubhouse autorizan a la compañía a analizar sus actividad, algo frecuente también en las redes sociales. La empresa se reserva el derecho a recopilar información sobre cómo utiliza el servicio un usuario, los tipos de conversaciones en las que participa, el contenido que comparte, las funciones que utiliza, las acciones que realiza, las personas o cuentas con las que interactúa y el tiempo, la frecuencia y la duración de su uso.

Por último, otro aspecto importante es que Clubhouse, nacida en Estados Unidos, deriva cualquier litigio asociado a los términos del servicio y las condiciones de privacidad al arbitraje de la Asociación Americana de Arbitraje y a los tribunales de San Francisco (Estados Unidos) para cualquier otra demanda legal.

La compañía propietaria accede a acordar una corte de arbitraje que venga bien a ambas partes y a que, en el caso de reclamaciones menores a 10.000 dólares, la vista sea telefónica o presencial, según prefiera el usuario.

No obstante, la reclamación y su posible reparación (incluida una compensación monetaria, por mandato judicial y declaratoria) solo podrá ser a título individual.

Como con el resto de las aplicaciones más utilizadas, desconocer la 'letra pequeña' de los términos de uso no permite su incumplimiento, pero en general las reglas en todas son similares. Por ello desde Syntonize se recomienda hacer un uso sensato de cualquier aplicación y se recuerda que la información que se comparte en ellas suele convertirse en propiedad del fabricante.