Los discos duros de estado sólido son una nueva tipología de almacenamiento en la que no hay partes mecánicas. Al contrario que los discos duros tradicionales, que incluyen piezas giratorias y otras móviles, en un disco duro SSD solo hay chips de memoria que almacenan la información.

Con el paso del tiempo su precio se ha ido reduciendo considerablemente, pero todavía siguen siendo más caros que los HDD tradicionales, especialmente cuando se trata de discos con gran capacidad de almacenamiento.

Por el momento, tan solo los de menor tamaño -hasta 480 Gb- pueden competir en precio. Pero lo que de verdad hay que preguntarse es si merece la pena cambiar el disco duro del ordenador por uno SSD habida cuenta de su mayor precio.

El experto en tecnología David Arráez -@UsuarioArraez en las redes sociales- aclara en este vídeo si merece la pena -o no- cambiar el disco duro del ordenador por uno SSD.