Felipe VI y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, han dado hoy juntos el pistoletazo de salida a una nueva edición del Mobile World Congress (MWC), la mayor feria de la tecnología móvil, que va a reunir durante cuatro días a más de 100.000 profesionales del sector.

Después de la cena de bienvenida de anoche con su mensaje en favor de una colaboración "leal y generosa" entre administraciones, el Rey se ha vuelto a encontrar con Puigdemont para abrir oficialmente el congreso.

Don Felipe, el presidente catalán y el resto de cargos políticos han llegado en minibús al pabellón 3 del recinto ferial de Gran Vía de Barcelona en torno a las 10.10 horas.

En el grupo, estaban la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el de la Generalitat, Oriol Junqueras; el ministro de Industria, Álvaro Nadal; la presidenta del Parlament, Carme Forcadell; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Milló, entre otros.

Tras saludar a las autoridades que le esperaban a la entrada del pabellón, el Rey y los miembros de la comitiva han posado ante los medios con aspecto sonriente.

A continuación, han entrado a una de las salas para mantener una reunión de unos veinte minutos con John Hoffman, el consejero delegado de GSMA, que reúne a la industria mundial del móvil y organiza la feria, y directivos de las tecnológicas Huawei, Samsung, Google y Turkcell, quienes les han expuesto las novedades más destacadas de la feria.

Recibida la explicación, el Rey, Puigdemont y los miembros de la delegación oficial se han adentrado en la feria para recorrer algunos de los expositores.

La primera parada ha sido en el espacio del GSMA, donde han conocido desde una aplicación destinada a cooperar con los países en desarrollo, hasta una especie de 'chaqueta inteligente' de seguridad para usarla en la montaña.

La ruta ha proseguido en el Pabellón de España, donde Felipe VI, Puigdemont y sus acompañantes se han hecho una primera foto de familia a la que ha seguido otra, en este caso, en el expositor de la Generalitat, situado a escasos metros.

En sintonía con el espíritu de colaboración al que apeló don Felipe anoche, han completado el álbum fotográfico con una tercera estampa de grupo en la caseta de la Fundación Barcelona World Capital, en la que Colau ha hecho de anfitriona.

Al igual que en la cena en el Palau de la Música, la cordialidad entre las autoridades ha presidido la visita a la feria.

El Rey y Puigdemont han estado juntos en todo momento en cada uno de los puntos en donde se han detenido para conocer el funcionamiento de las distintas aplicaciones tecnológicas.

El recorrido ha incluido escalas en los espacios de Orange, Telefónica y Vodafone.

En esta última caseta, la comitiva ha conocido un dispositivo con forma de esqueleto destinado a personas con lesiones medulares que le permiten caminar apoyados en muletas mientras sus datos son monitorizados por los médicos a distancia.

Una mujer, que quedó parapléjica en un parto, ha sido la encargada de protagonizar la demostración, ante la que el monarca y el presidente catalán han quedado asombrados por su resultado.

La estancia en la feria, que este año cuenta con unos 2.200 expositores, se ha prolongado durante una hora y cuarto, sin que haya habido discursos.

Don Felipe, que el pasado año no pudo estar en el arranque oficial del MWC, aunque sí en la cena previa, va a continuar hoy su agenda en Barcelona con varias audiencias en el Palacete Albéniz y un acto en el despacho de abogados Cuatrecasas.

Su visita a la capital catalana, la primera en los últimos tres meses, coincide con un repunte de la tensión política entre la Generalitat con el Estado debido al proceso soberanista y a las causas judiciales que afectan a algunos de los responsables de la consulta del 9 de noviembre de 2014, como Artur Mas y Francesc Homs.

Al tiempo que el Rey y Puigdemont han alzado el telón del congreso de móviles, Homs ha sido arropado en Madrid por Mas y otros cargos independentistas, como la portavoz del Govern, Neus Munté, antes del juicio que encara en el Tribunal Supremo por organizar el 9N.