Rodolfo Carpintier se sienta delante del auditorio con la seguridad propia del que ha parido varias de las empresas más pujantes del panorama español. Su fe e inversión en Tuenti o BuyVip (por citar dos de las empresas que ha apadrinado) cuando no eran más que una pequeña idea, lo han convertido en una referencia para aquellos que buscan su futuro laboral en la red de redes. Algunos de ellos atienden a sus consejos en el transcurso del Compostweets 2013, que durante una jornada reúne a emprendedores y fanáticos de las redes sociales en Santiago.

"Yo tengo la solución a la crisis del paro juvenil", responde el hombre que podríamos considerar la versión hispanizada de Goldman Sach. "Si la mitad de las pymes españolas hiciese lo que cuento en mi libro [Internet puede hundir tu empresa..., o hundirla; Gestión 2000] se crearían de tres a cuatro millones de puestos de trabajo y se acabaría el paro joven".

Invocando el espíritu de Paco Umbral, el economista Rodolfo Carpintier trata de comprender cómo las empresas españolas no apuestan por el rejuvenecimiento de sus empresas. "Cualquier empresa puede triunfar apoyándose en medios sociales con gente joven. No entiendo como hay tantos desempleados de estas edades en este país", recrimina el inversor.

Aún a pesar de las críticas, este visionario no pierde la esperanza y espera que las PYME saquen a la economía española del pozo sin fondo en el que parece haberse metido. Según las cifras que maneja, sólo el 0,75% de las pequeñas y medianas empresas que hay en España ha invertido en su renovación tecnológica. "Si la mitad de todas las empresas pusiesen en marcha mis consejos, se acabaría el paro juvenil", insiste ante el auditorio que atiende a sus explicaciones sin apartar la vista de sus smartphones.

"Los empresarios deben cambiar el chip. Pensar en positivo" y apuesta porque "las plantillas de las empresas deben de ser plurales. Con gente que hable idiomas, educadas en lo digital y, sobre todo, que se diviertan en el trabajo". Mantiene que de nada sirve tener un equipo uniforme sino que la variedad dentro de la plantilla hará que la compañía pueda alcanzar el éxito.

Una variedad que sitúe a las pequeñas y medianas empresas en el Siglo XXI. "Hace falta darle un nuevo ritmo a la empresa española y esa savia nueva puede ser la solución".

Rodolfo Carpintier ve el futuro de otro color, "lo que nunca hay que hacer es llorar y agarrarse al conformismo porque como a todo el mundo le va mal, a mi también y me aguanto", y da muestras del optimismo que le caracteriza ante una audiencia que ante cada intervención agacha la cabeza y escribe en sus teléfonos móviles el próximo tuit.