Este científico de la Estación Biológica de Doñana, ponente en el congreso internacional sobre cambio global y migraciones de aves clausurado ayer por la Fundación Migres en Algeciras (Cádiz), explicó que la urbanización de terrenos y el abandono de cultivos, que se han intensificado desde mediados del pasado siglo, han causado un impacto ecológico en determinadas zonas mayor aún que el ocasionado por las "evidentes" variaciones climáticas.

Uno de los ejemplos es la evolución del cernícalo primilla, una pequeña rapaz, muy abundante en Europa Occidental en el pasado siglo y que ahora sólo sobrevive en la Península Ibérica y en la orilla sur del Mediterráneo, donde ha afrontado períodos de riesgo de extinción.

Bustamante, que estudia el comportamiento del cernícalo primilla desde hace décadas, señaló que de las entre 50.000 y 100.000 parejas de esta especie que se calculaba que vivían en la Península Ibérica a mediados del pasado siglo se pasó a tan sólo 8.000 parejas en la década de los ochenta, una población que ahora permanece estable.

Esta ave anida en antiguas construcciones, y se da la circunstancia de que una de sus colonias más emblemáticas radica en la Giralda y en la catedral sevillanas.

Para Bustamante, la radical regresión del cernícalo primilla no se puede explicar sólo por los cambios climáticos acaecidos en el sur de Europa en las últimas décadas, sino que se basa en otras causas del cambio climático, como la modificación del uso del suelo o la pérdida de cultivos marginales y de cereal, que constituyen el hábitat idóneo de esta rapaz.

Su estudio sobre el cernícalo primilla apunta a que las razones para la drástica disminución de su población "responden más a cuestiones asociadas al cambio en el uso del suelo que, propiamente, al cambio climático".

Matizó que aunque el concepto de cambio climático se suele solapar con el de cambio global son cuestiones "relacionadas, pero no iguales".

"El cambio global engloba tanto el cambio climático como otros producidos por el hombre y los cambios en el uso del suelo son un factor muy importante, que incluso en algunas zonas pueden llegar a ser más importantes que el cambio climático en sus efectos sobre la biodiversidad", explicó.

La modificación del uso del suelo afecta a muchas especies y sus efectos, "que son difícilmente predecibles, también influyen en el cambio climático", según Bustamante, pues la existencia o no de cubierta vegetal influye en la reflectividad de luz solar que el suelo refleja a la atmósfera y, consiguientemente, en el clima.

Los cambios en el uso de suelos, particularmente intensivos en España en las últimas décadas por la urbanización de amplias zonas costeras, la expansión de las ciudades y el abandono o cambio de cultivos afectan a numerosas especies, tanto por lo que respecta a su alimentación como a otros factores cruciales para su desarrollo, como la alteración o destrucción de sus áreas de cría o de refugio.

El cernícalo primilla, según los estudios de Bustamante, debió invadir Europa "junto con el hombre" porque el medio natural de Europa Occidental "no era entonces muy adecuado" para esta especie esteparia, y fue la extensión de los cultivos cerealistas y marginales protagonizada por el hombre "lo que creó ambientes favorables para esta especie".