Según explicó la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía en un comunicado, se trata de un grupo de trabajo compuesto por expertos en el estudio de la microbiología de los alimentos y su conservación por medios naturales.

Este proyecto, que se inició a principios de marzo, se centra en la búsqueda de métodos que permitan prolongar los periodos de comercialización de la aceituna, que en la actualidad se encuentra entre las tres semanas y los treses meses, con el fin de obtener una mayor rentabilidad.

Con ello se pretende también mantener el color de la misma, envasada durante largos periodos de tiempo, sin necesidad de utilizar ni estabilizantes ni conservantes químicos.

La aceituna aloreña se cultiva exclusivamente en el valle del Guadalhorce y sus explotaciones se extienden por una superficie de 17.000 hectáreas que son cultivadas por unas 1.500 familias.

Esta iniciativa se lleva a cabo gracias a la Agrupación Tecnológica Guadalhorce I de la Red de Espacios Tecnológicos de Andalucía (RETA), añade la nota.