Esta vivienda, que está compuesta por un dormitorio, un baño, una cocina, una sala de estar y un despacho, donde se recrean escenas de la vida cotidiana, pretende reducir los periodos de hospitalización de este tipo de enfermos y facilitar su inclusión en la vida social y familiar

Las últimas tecnologías de la informática portátil, la electrónica de consumo y la comunicación sin hilos, con los que cuenta el piso sirven a los enfermos para aprender a desarrollar las tareas más cotidianas de su vida con un alto grado de independencia, consiguiendo una mayor calidad de vida.

Este aprendizaje funciona al mismo tiempo como terapia de rehabilitación de la enfermedad y como fórmula para conseguir la autonomía necesaria para poder integrase a la vida social con garantías, indicaron las mismas fuentes.