Tras ocho meses de deliberación, el Comité Ético Genético, formado por catorce expertos civiles y otros siete nombrados por el Gobierno, dio luz verde a esta investigación, con la condición de que sean utilizados sólo óvulos descartados de inseminaciones artificiales.

El profesor Hwang Woo-suk anunció en febrero de 2004 que había logrado clonar treinta embriones a partir de 242 óvulos procedentes de 16 mujeres, algo que resultó ser falso.

En realidad, el equipo de Hwang no logró a clonar células madre pese a haber utilizado cerca de 2.000 óvulos para sus experimentos y de hecho algunos óvulos procedían de colaboradoras de su equipo.

El uso de métodos nada éticos provocó una fuerte polémica en la comunidad científica coreana y se formó una comisión de expertos para estudiar los problemas ético, económico y tecnológico que llevan consigo los estudios genéticos.

Hoy mismo se aprobó en una reunión presidida por el ministro de Ciencia y Tecnología, Kim Woo-shik, un proyecto de ayuda dedicada a los estudios genéticos por 851.500 millones de wones (unos 908 millones de dólares) para 2007.

Entre ellos se han destinado 34.200 millones de wones (36 millones de dólares) para el estudio de células madre.