Las dos especies de Palomas de La Laurisilva -la "turqué" (columba bolli) y la "rabiche" (Columba junoiae)-, son endémicas de Canarias y fueron abundantes en Gran Canaria hasta que el siglo XIX, cuando, con motivo de las talas masivas de la Selva de Doramas, fueron vistas por última vez, por lo que se consideran extintas en la isla.

Sin embargo, en La Palma abundan estas dos especies de palomas, por lo que se han recogido seis ejemplares en esta isla y en 2007 se prevé trasladar a Gran Canaria hasta una veintena para acometer el plan de reproducción en cautividad y, posteriormente, liberar las crías en el campo, que reúne las condiciones necesarias para la viabilidad de la reintroducción, asegura.

El objetivo del Cabildo es recuperar parte de la biodiversidad perdida y será la primera vez que en Canarias se reintroduzca en su hábitat una especie extinguida.

Esta acción estará acompañada de diversas medidas que pretenden potenciar la reforestación con monteverde.

Para garantizar la buena marcha del proyecto, el Cabildo de Gran Canaria está en contacto con especialistas que ofrecerán asesoramiento sobre la biología de las palomas en estado silvestre, las atenciones que requiere su cría en cautividad y sobre experiencias similares en otros puntos del planeta.

El grueso de este proyecto, que ha contado con la colaboración del Cabildo de La Palma y del Gobierno canario, se desarrollará en la Finca de Osorio, pues está enclavada en lo que fuera la Selva de Doramas, hoy Reserva Mundial de la Biosfera de Gran Canaria.