Uno de los retos que nos fijamos entre el final del verano y la llegada de las celebraciones de Navidad es ponernos en forma y quitarnos esos indeseables kilos de más. El abdomen es una de las zonas que más sufren los excesos. Si quieres lograr un vientre plano y tonificado, pon en práctica los ejercicios que te mostramos a continuación.

Plancha abdominal

Uno de los ejercicios más eficaces para endurecer el abdomen son las planchas abdominales. Es un ejercicio muy sencillo de hacer en casa y con el que activarás toda tu musculatura.

Para realizar la plancha abdominal perfecta, túmbate boca abajo y apóyate sobre los antebrazos, formando una línea recta con el cuerpo. Los codos deben estar en línea recta con los hombros. Mira al suelo para mantener alineada la zona cervical y mantén esta posición durante 15 segundos. Muy importante: durante el ejercicio inhala y exhala profundamente.

Plancha superman

Colocados en posición de plancha, levantamos de forma simultánea un brazo y su pierna contraria. El cuerpo debe quedar equilibrado sobre dos puntos de apoyo, manteniendo tensionado el abdomen.

Abdominales cruzados

Nos colocamos boca arriba con las palmas en la nuca y abrimos bien los codos. El ejercicio consiste en doblar la pierna derecha llevando la rodilla hasta el vientre. Despega la espalda del suelo y con el codo izquierdo toca con la rodilla derecha. Después cambia de pierna y codo. Alterna de un lado y del otro. Haz series de ocho. Cuando domines el ejercicio puedes hacer más repeticiones.

Puente o plancha invertida

Nos sentamos en el suelo y extendemos las piernas hacia adelante. A continuación apoyamos las palmas de las manos en el suelo con los dedos en dirección al cuerpo. Mediante la contracción del abdomen despegamos la cadera y las piernas del suelo, formando una línea recta desde la cabeza hasta los pies. Mantenemos la posición durante unos segundos siempre con la vista hacia al frente y la zona media contraída.

El gato

Nos colocamos a cuatro patas colocando los brazos paralelos entre sí, al igual que las piernas. Con la espalda recta, mantén las rodillas y manos firmes y ancladas al suelo. Ahora arquea tu espalda, como un gato que eriza su columna cuando ve un peligro. Procura mantener los abdominales en tensión. Aguanta unos segundos y vuelve a la posición inicial. Realiza tandas de diez.

Recuerda que todos estos ejercicios solo harán su función si somos constantes y si seguimos una dieta adecuada.