Tardar en dormirse, despertarse a menudo durante la noche, despertarse antes de hora... Esto es lo que sufren muchas mujeres embarazadas sobre todo en el tercer trimestre de la gestación. Los problemas de insomnio se intensifican durante los últimos meses del embarazo y tiene unas causas: el aumento de la frecuencia urinaria, los dolores de espalda, el reflujo gastroesofágico, el síndrome de piernas inquietas, las náuseas y vómitos o los movimientos fetales están detrás de los problemas para descansar.

Cada embarazo es un mundo y por eso es recomendable que siempre acudas a tu médico para que te aconseje. De todos modos, si tus problemas de insomnio no son demasiado graves puedes acudir a un par de remedios caseros y naturales que te pueden ayudar a conciliar mejor el sueño:

  • Uso moderado de manzanilla, tila, poleo menta, por su poder relajante.
  • Leche tibia antes de acostarse.

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Si esto no nos funciona, podemos incluir unas cuantas rutinas en nuestro día a día que pueden ser útiles para evitarlo:

  • Fijar unos horario para acostarse y levantarse, incluidos fines de semana y vacaciones.
  • Evitar a lo largo del día las bebidas que contienen cafeína y teína.
  • Realizar actividad física, ya que si tu cuerpo trabaja durante el día, necesitará reponer fuerzas. Algunos ejercicios recomendabas para embarazadas son caminar, ir en bici, natación o ejercicios en el agua, pilates o yoga.
  • Mantener el dormitorio a una temperatura agradable y con unos niveles mínimos de luz y ruido.
  • Llevar una dieta suave y equilibrada, sin alimentos demasiado grasos o picantes.
  • Evitar pasar en la cama más tiempo del necesario.
  • Evitar las siestas diurnas a no ser que hayas comprobado que no afectan al sueño nocturno.
  • No tomar demasiados líquidos en la cena para evitar levantarse al baño con tanta frecuencia.
  • Dormir de costado, sobre el lado izquierdo y con la piernas flexionadas.