Los investigadores han encontrado que el sistema circadiano contribuye al empeoramiento del asma por las noches y que el uso de inhaladores broncodilatadores fue cuatro veces más frecuente durante la noche que durante el día, según publican en la revista 'The Proceedings of the National Academy of Sciences'.

Durante cientos de años se ha observado que la gravedad del asma suele empeorar por la noche. Una cuestión que se ha planteado desde hace tiempo es hasta qué punto el reloj circadiano interno del cuerpo -en contraposición a los comportamientos, como el sueño y las actividades físicas- contribuye al empeoramiento de la gravedad del asma.

Utilizando dos protocolos circadianos, investigadores del Brigham and Women's Hospital y de la Oregon Health & Science University, en Estados Unidos, han determinado la influencia del sistema circadiano, descubriendo un papel clave del reloj biológico en el asma. La comprensión de los mecanismos que influyen en la gravedad del asma podría tener importantes implicaciones tanto en el estudio como en el tratamiento del asma.

"Este es uno de los primeros estudios que aísla cuidadosamente la influencia del sistema circadiano de los demás factores conductuales y ambientales, incluido el sueño", señala el coautor Frank A.J.L. Scheer, director del Programa de Cronobiología Médica en la División de Trastornos del Sueño y Circadianos del Brigham.

El coautor Steven A. Shea, profesor y director del Instituto de Ciencias de la Salud Ocupacional de Oregón, añade que observaron "que las personas que padecen el peor asma en general son las que sufren los mayores descensos de la función pulmonar inducidos por el sistema circadiano durante la noche, y también los mayores cambios inducidos por los comportamientos, incluido el sueño". "También descubrimos que estos resultados son clínicamente importantes porque, cuando se estudió en el laboratorio, el uso de inhaladores broncodilatadores inducido por los síntomas fue hasta cuatro veces más frecuente durante la noche circadiana que durante el día", añade.

Hasta el 75 por ciento de las personas con asma dicen experimentar un empeoramiento de la gravedad del asma por la noche. Se sabe que muchos factores conductuales y ambientales, como el ejercicio, la temperatura del aire, la postura y el entorno del sueño, influyen en la gravedad del asma.

Scheer, Shea y sus colegas querían entender la contribución del sistema circadiano interno a este problema. El sistema circadiano se compone de un marcapasos central en el cerebro (el núcleo supraquiasmático) y de 'relojes' en todo el cuerpo, y es fundamental para la coordinación de las funciones corporales y para anticiparse a las demandas cíclicas diarias del entorno y del comportamiento.

Para separar la influencia del sistema circadiano de la del sueño y de otros factores ambientales y de comportamiento, los investigadores inscribieron a 17 participantes con asma (que no tomaban medicación con esteroides, pero que usaban inhaladores broncodilatadores cada vez que sentían que los síntomas del asma empeoraban) en dos protocolos de laboratorio complementarios en los que se evaluaban continuamente la función pulmonar, los síntomas del asma y el uso de broncodilatadores. En el protocolo de "rutina constante", los participantes pasaron 38 horas continuamente despiertos, en una postura constante y bajo condiciones de luz tenue, con aperitivos idénticos cada dos horas. En el protocolo de "desincronía forzada", los participantes se sometieron a un ciclo recurrente de sueño/vigilia de 28 horas durante una semana en condiciones de luz tenue, con todos los comportamientos programados uniformemente a lo largo del ciclo.